me acostumbro al roce del silencio
a la quietud de una caricia leve entre las piernas
porque es quieto el mar cuando lo tratan con respeto
porque el mar va inundando todos los rincones
de mi cuerpo
soy absoluta
todo mar y espuma
es leve la caricia cuando no hay manos
sólo quietud azotando rocas y arrécifes
siento como van despojandome
de la nieblina
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