El pavimento se vuelve resbaladizo por la lluvia y refleja las luces de los autos uno a uno en caravana de luciérnagas alertando las tapas de las alcantarillas salpicando el peso del día que se agota en la ropa de los transeúntes que últimamente habitan los paraderos, por hoy modernas galerías de grafity rupestre siluetas difusas invaden la vereda sé de ellas por el humo de los cigarrillos que condimenta el olor a sopaipillas
a esa hora tanto o más trasnochadas que nosotros mismos
1 comentario:
Gracias Emilia por la poesía concedida.
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