Se apaga la ciudad
Y la luna parece imprescindible
Pasos inquietan el sueño
Sombras conocidas transitan las calles
Apurando la noche
Allí
Entre la niebla
encuentras tu rostro con semblante ajeno
allí
tú no pareces tú
y te miras
como miras a un extraño
negritud
alarmada de fantasmas
el mundo escapó en el humo de un cigarrillo
sólo almas penitentes
con más culpa que uno mismo
piden tregua
decididas a vivir
transitando anónimas
se aviva la noche
entibiada en la respiración
de una ciudad que perdió
definitivamente
la capacidad de asombro
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