Mis manos brillan como mis ojos en esa primera cita, con el estómago lleno de mariposas, metida en el vestido azul que ceñía demasiado la cintura interrumpiendo mí respiración tratando de esquivar miradas mientras el vaso de coca cola burbujea inquieto .
Mis manos brillan como botella en el mar que lleva dentro un mensaje secreto para algún naufrago en una playa desierta mientras el sol quema sus esperanzas, envuelto en harapos y teniendo árboles como calendario en la soledad del destierro recorrerá su vida diariamente para no olvidarla.
Mis manos brillan como delfín en el agua, asomando su nariz sol arriba, desafiando con su canto el calor del medio día, tratando de entender la contradicción del mar; apura aletas dentro de un caparazón húmedo que lo hace menos vulnerable al ojo asesino de buques- factoría.
Mis manos brillan al recibir una mandarina jugosa y su aroma me abraza con cítrica delicadeza al tiempo que los gajos se deshacen dentro de mi boca inundando el corazón con sabores de infancia, sin prisa alguna lleva su pincel naranja a todos los rincones, dando a mis mejillas luminosa canción de verano que se enfría con el smog y el olor a sopaipillas, terminando otra jornada que deja como saldo un cansancio hasta los tuétanos humedecido con gotas de lluvia.
1 comentario:
INTERESANTE,EL DESTELLO DE MANOS,LAS FORMAS,COMO SIGUE EL RELATO Y LOS LUGARES COMUNES Y RECONOCIBLES,BIEN
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