Somos negociantes
de almas perdidas
transamos libertad
por unas pocas monedas
(o la posible redención)
Desde antes de la historia
giramos en ruedas karmicas
de existencias pasadas
frustadas
o dichosas (algunas veces)
En el momento de nacer
cambiamos vida
por calor uterino
Mas tarde, en la escuela
sacrificamos horas de juego
por horas de clases
y el castigo de escuchar
a algún profesor añejo
en retoricas explicaciones
Ya de adultos
transamos iniciativa propia
por comodas oficinas 4 x4
sudando dinero
en mataderos-empresas
de economías a escala
Por último
y avanzada la edad
flotamos entre huesos
lagrimas
y achaques de todo tipo
esperando inmutables
el siniestro destino.
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