Eran aproximadamente las 12 horas de un caluroso día martes en el centro de Santiago.Ese día me encontraba con mi madre en una de esas sucursales de previsión (AFP) de una conocida compañia.Yo,en medio de ese mundo de especulaciones financieras y sueños de jubilación de millones de personas que solo quieren dejar de trabajar para poder descansar al fín de una forma mas o menos decente y digna.A través del pasillo,se extendía una interminable fila de personas esperando su numero identificatoria.Al comienzo y al lado de la turba,se encontraban los típicos mesones de servicio de atención al cliente atendidos en su mayoría por mujeres cuarentonas adornadas con el pelo teñido de color rubio platinado y un maquillaje sobrecargado.Mientras tanto,mi anciana madre conversaba acaloradamente con un "asesor financiero" ,a mi no me quedo otra cosa que sentarme y esperar.Esperar a que pasaron los segundos,minutos y tal vez horas;porque en ese momento,la sucursal apestaba a gente y a toda clase de olores corporales que solo se producen cuando se junta esa cantidad de personas en un espacio reducido. Jugaba con mi celular,marcando los numeros,revisando los mensajes.Tambien veía a la gente pasearse,una tras otra, por ese interminable pasillo.En eso me encontraba cuando no se me ocurrío nada mas original que sacar mi viejo cuaderno de anotaciones y empezar a dibujar.A dubujar,si.Esta manía o vicio lo había traído arrastrando desde la epoca de mi segunda infancia.Afición que puede parecer ridícula,inmadura para mi edad,pero profundamente gratificante y necesaria en las horas de ocio y extremo aburrimiento.Particularmente,estos dibujos,tendían a ser grotescos y burlones.Resaltaban cualquier defecto y anormalidad del cuerpo,por pequeña que esta fuera.Mi primera victima :un pobre desgraciado que se me cruze frente mío.Inmediatamente,me fije en su espalda en la cual se podía asomar una pequeña joroba la cual crecío en mi papel hasta tocar el extremo superior del cuaderno.Además,hize crecer su nariz y le dí forma de un furunculo podrido y desagradable,que gracioso,me estaba divirtiendo como nunca antes.
Mi segunda victima,sin embargo,fue diferente.Esta era una pequeña niña que se había sentado al lado mio con su mama en el asiento contiguo.Ella iba a ser plasmado en la segunda hoja del cuaderno de crueldades.Peroa pesar de mis primeras intenciones,parecia ella una niña muy agradable y sin ningún rasgo fisico desagradable para dibujar.A pesar de su rostro y de lo bien que me cayo,la empeze a dibujar igual.Curiosamente,mientras la dibujaba,comenzo a observarme concentradamente sin perder ningun detalle ni movimiento de mis habiles dedos en el lapiz.De pronto comento "tengo sueño" y se arrincono a los brazos de su joven madre.A esas alturas,ya habían pasado mas de media hora y sentí la mano de mi anciana madre en mi hombro señal de que por fín era hora de irse de esa sopa de sudor y gente.En ese momento,mientras iba caminado hacia la salida para mi sorprensa la pequeña que estaba sentada al lado mío me intercepto y me entrego un papel arrugado en mi mano.Despues,se despidio de mi con una sonrisa muy atractiva e inocente.Al caminar por la calle,extendí el papel arrugado y dentro de el estaba un dibujo de una figura humana coronada con una gran cabeza.al lado,una nube de pensamiento que decía : "yo dibujo personas" y al otro extremo dos cuadernos garabateados.
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