9/20/2009

El escondite de la noche

Ella pasa por mi cuarto

Como sombra extraña

Sujeto el cielo con una mano

Y recojo estrellas con la otra


La rutina reveló

el escondite de la noche

y no hay donde guarecerse

ni siquiera en nosotros mismos


estrellas fugaces

se volvieron fugitivas

y terminaron estrellándose

en el cielo raso


guardo entre mis manos

Imágenes de ella

que el ronquido del hastío

no logró arrebatarme


y aquí estoy

como cada noche

insomne

recorriendo la casa

llena de puertas cerradas

sin ventanas

que den a la primavera



2 comentarios:

Anónimo dijo...

Me gusto tu poema,muy intimo y claro a la vez,excelente emilia!!

Enzo dijo...

Descubrir nuevos mundos,
abrir lo ojos desplegar el alma
como las palomas sus alas al viento,
todo eso hace de tí alguien especial.
Gracias por compartir con nosotros este escondite.