Los cabellos en la almohada
son hebras que achican la madeja
de esta vida monótona
Monocorde
como una gotera
que impide conciliar el sueño
Cientos de intentos
repletando mis cajones
Frases que nunca dije
Verdades que callé
resultan ser
voraces acreedoras
cobrando remordimientos de usura
Al final del día
no logro que el agua de la ducha
limpie la derrota
Respiro profundo
rogando un poco de paz
Algo de cielo traído a domicilio
Un tiempo de paz
En esta era de furia
bocinazos
y comida al paso
Melodía incansable
Al oído
De la sorda rutina
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