El negro de la Casa Blanca manda
Parados ya no sobre, sino entre
los miles de muertos haitianos,
tan negros como la misma muerte,
posan los buitres observando su obra.
tropas que ayudan a morir sin paz.
La prensa siniestra presta su consentimiento
a la hora de transformar la bestia en buen pastor.
Toma la mejor imagen, escribe la mejor nota,
muestra la garra disimulada con un pañuelo?
Se muestra con su esposa negra
La deuda eterna que oficia de maldición
pareciera que ha descargado por encargo
toda la furia para terminar de una vez
con toda esa lacra inmunda que abunda.
Con sus socios blancos?
Los eternos usurpadores rodean la isla
en aviones gigantes. Ya no carabelas.
Sorprendidos y compungidos por el hambre:
Inician una vez más, un nuevo descubrimiento.
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