12/25/2008

No sólo de pan viven las paneras


La compré en Meiggs como regalo de amiga secreta, realmente ese dichoso juego es una buena mierda, pues lo único que hace es complicarte más la ya mucho muy complicada existencia de fin de año; recuerdo que tenía como 2 lucas y nada de imaginación para elegir, así que compré lo primero que vi. y eso fue la panera.
Una genuina panera 100 % de mimbre, manufacturada en China, demasiado para haber costado 2 lucas dejando el chiste, era re bonita la cuestión.
Por esos imponderables a cargo de nuestro querido Murphy, olvidé el regalo y tuve que conseguirme 2 lucas para comprar lo primero que pillé en el negocio de al lado de la casa donde nos íbamos a juntar .De todas formas no fue tan malo que la panera se quedara en la casa porque la que había estaba asquerosa, así que la boté y junto con cambiarle el folio al año estrené panera.
Era lindo ver la mesa, pues el choclo amarillo, el tomate y la lechuga combinaban perfectamente con el diseño cromático del moño que circunvalaba a la depositaria del pan,.
Desde que tengo activada la memoria he tenido un par de gatos al menos y no podía ser la excepción, menos en esta hora que soy yo la que pongo las reglas en mi casa,(al menos eso es lo que se supone ). Por lo que la presencia felina en mi vida es parte del inventario emocional, en ese contexto tengo una gata,-la gaby-, a ella la heredé cuando murió mi tío Gabriel, un par de horas antes de que él muriera, la gata corrió a esconderse en la cama de mi hija, quizá por miedo de encontrarse con la muerte, dicen que los gatos son muy receptivos, pero bueno me estoy desviando del tema. Luego de ese día no volvió a la casa donde había vivido y se quedó en la mía. Obviamente la vida no se detiene y la gaby se preñó quien sabe de que gato, cuento corto comenzó a engordar a demorar sus movimientos, al mismo tiempo que yo comenzaba a encontrar pelos de dudosa reputación dentro de ,- a esas alturas-, no tan flamante panera ex regalo de amiga secreta.
Tengo la costumbre de poner la panera encima del horno que está sobre el refri y así día tras día con mayor dificultad la gaby se subía para dormir dentro de mi panera.

Pasaron semanas y la gata siguió engordando, sólo que la panera permanecía inmutable frente a la gravidez de la gata….
Los volúmenes se volvieron subjetivamente inversos proporcionalmente, a mayor panza de gaby, menor especio en la guardadora del pan, y todo siguió su curso…
A quien le importa tener que poner el pan en un plato si la panera tuvo un fin bastante más noble que el de su génesis, de todas formas no todas las paneras pueden decir que cobijaron a 5 gatos, a pesare de que el favor le haya costado terminar en la basura

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