9/05/2007

Guiño

Cuando volví a mirar no estaban. Como los perdí, si sólo parpadeé por una fracción de segundo. Me sentí tan decepcionada, absolutamente defraudada de mí misma, que ni siquiera pude llorar,- ahí estaba yo- , sola, con el resto del mundo pasando a mi lado y sin enterarse de lo ocurrido, sin la remota posibilidad de imaginárselo.
Algo se desgarraba dentro del pecho, volví a pestañar a ver si al regreso de mis ojos, aparecían; -ellos-, los extraviados, los extrañados, los consentidos, los condenados.
Todo fue inútil, aun sigo parpadeando y no consigo traer de vuelta mis sueños.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

ahora me vez...
y ahora no me vez..

Laura dijo...

Probaremos otra vez
¿quién sabrá si vuela un pez?
¿ un elefante cabe en un almirez?
¿o el chancho juega al ajedrez?