10/11/2010

Latente


I

El pecho inspira

dejando al aire como héroe triste

por los rincones del cuarto

El pecho silba y expira

abriendo caminos inciertos

ombligo abajo

invocando ansiedades

tras suspiros cortos

El pecho ríe

al verme sucumbir vencida sobre él

y se yergue como tirano

mientras expande dominios

II

El pecho sube y baja

en vaivén interminable

El pecho ronca

desvelo y frío

Arrancados de su propio pecho

El pecho cicatriza con su piel las heridas

tumbado bajo un sol de otoño

El pecho no llama

ni lleva mi nombre

El pecho

duerme tranquilo

Con un ojo cerrado y otro abierto

III

Cicatriz al amparo de la noche

impune de secretos y suspiros

Cicatriz voraz

que agranda distancias

dando aleteos en la niebla

Camino largo Cicatriz

besos caducos

Cicatriz magenta reseca al aire

que viste lágrimas prestadas

Para conseguir Cicatriz

una cama tibia

por otra noche


2 comentarios:

Laura dijo...

En realidad es un comentario para la nota inicial, pero no sé donde ponerlo.
Considero que son víctimas "hasta cierto punto" porque todos los que trabajan o trabajaban en esa mina sabían los peligros que corrían al trabajar allí, había habido accidentes y el derrumbe no fue algo demasiado sorprendente. Si se arriesgaban precisamente en esa mina, era por el sueldo del peligro
o el salario del miedo como recordarán los nonagenarios cierto film.

Margarita Carvajal Fredes dijo...

Tienes razón, pero el sentido es otro, sin duda sabían o se supone que lo hacían, de los peligros inminentes e inherentes, sin embargo y según mi humilde parecer, se les llama héroes con la intensión de bajar aun más el perfil de las responsabilidades criminales del asunto