Desde acantilados lejanos
moldeo rocas y calmo mareas
hasta llegar a ti
gota tras gota
entro en la tierra
conquistando el granito
que se deshace con las lágrimas
giro despacio
como bailarina de una caja de música
intrincando más y más
mi tránsito
oleadas de olas
marejadas de mar
envuelven mi cabello seco
los peces me miran
con ellos envié mil mensajes
dentro de una botella
que al parecer se hundió conmigo
encuentro el sabor de tu boca
en la sal de la despedida
y me niego a morir
aunque las algas
tekieron la mortaja
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