Horas interminables
cielo pintado de blanco espiritual
tubos penetran carne
huesos
y arterias
Se abre una puerta
la sombra grotesca y enorme
de una enfermera
levanta jeringa depredadora
los recuerdos golpean
como granizo en el invierno
Aquella noche fatal
la imagen del auto volcado
columnas de fuego
elevándose a los cielos
Ya es muy tarde
todo se ha oscurecido.
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